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Guía turística de Sevilla

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El Puente de Triana en Sevilla

Historia del Puente de Triana

El Puente de Isabel II, conocido popularmente como Puente de Triana, es un icono inconfundible de Sevilla. Data de mediados del siglo XIX y es una joya arquitectónica llena de historia. Su ubicación es estratégica, ya que conecta las dos principales áreas de la ciudad, Sevilla y Triana. Fue construido entre los años 1845 y 1852 por los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Ferdinand Bennetot, reemplazando al antiguo Puente de Barcas

A lo largo de los siglos, el Puente de Barcas fue de vital importancia, ya que facilitaba el comercio y la comunicación entre ambas orillas del río, contribuyendo al crecimiento económico de Sevilla. Durante su historia, el Puente de Barcas sufrió numerosas inundaciones, y en algunas ocasiones, desapareció completamente, para ser posteriormente reconstruido.

Además, tiene una importancia histórica significativa, ya que el Puente de Barcas, el anterior al actual, desempeñó un papel crucial en la conocida cómo Batalla de Triana durante la Guerra de la Independencia.

El Puente de Triana, se extiende sobre el río Guadalquivir de Sevilla, con una longitud de aproximadamente 150 metros. Está formado por tres arcos, cada uno con una longitud de 43.5 metros. Dispone de una altura libre que permite el paso de embarcaciones de tamaño medio y pequeño bajo él, los cuales generalmente son conocidos en la ciudad por ofrecer actividades por el Río Guadalquivir como: paseos en barco, cenas o almuerzos a bordo de un yate o diferentes actividades deportivas.

Paseo en barco por el río Guadalquivir

Su construcción combina el uso de piedra y hierro, fusionando estos materiales para crear una estructura sólida y duradera. Es interesante saber que en la orilla de Triana, el puente se apoya sobre los restos del antiguo Castillo de San Jorge. Este nuevo puente se inspiró en el Puente del Carrousel, ubicado en la ciudad de París, que lamentablemente ya no existe.

Declarado Monumento Histórico Nacional el 13 de abril de 1976 y restaurado en 1977, el Puente de Triana en Sevilla experimentó una restauración dirigida por el ingeniero Juan Batanero. Se modernizó con un nuevo tablero, y los arcos pasaron de ser estructurales a elementos decorativos. Reinaugurado el 13 de junio de 1977, es ahora un símbolo histórico y uno de los principales lugares que ver en Sevilla.

El Puente de Triana, más que una estructura de hierro y piedra, es un símbolo de la historia y la cultura sevillana. Su importancia va más allá de su función como medio de cruce sobre el río Guadalquivir; es un testigo silencioso de los eventos que han marcado la historia de la ciudad.

Puente de Triana

Tour por el Puente de Triana

Para enriquecer tu visita, te recomendamos realizar un tour guiado por el Puente de Triana, en el cual aprenderás sobre la historia de este monumento único de Sevilla. Si te quedas con ganas de más, no puedes perderte el tour nocturno sobre los secretos y leyendas de Triana y su Puente.

Visitar el Barrio de Triana

Tras cruzar el Puente en dirección al barrio de Triana y sus alrededores, podemos encontrar una variada oferta hostelera.

Los restaurantes situados a lo largo de la calle Betis y en la zona del Altozano en Sevilla, frente al Castillo de San Jorge, destacan por su oferta gastronómica de alta calidad. Estos lugares permiten a los comensales disfrutar de la auténtica esencia de la cocina sevillana en un entorno que combina tradición y modernidad. Una característica distintiva de estos restaurantes es la ubicación privilegiada que ofrecen, con preciosas vistas al río Guadalquivir y a Sevilla.

Por la noche, la vida nocturna cobra vida en la zona, con numerosos bares de copas y actuaciones en directo. Si quieres conocer la verdadera esencia del barrio de Triana, te recomendamos visitar el tablao flamenco Orillas de Triana, para que conozcas a fondo el arte del  flamenco en Triana.

Tablao Flamenco en Sevilla
Mercado de Triana

También podrás visitar el conocido Mercado de Triana, un lugar donde encontrar productos locales frescos y “tapear”. 

Además, si paseas por las calles del barrio cercanas al Puente de Triana, encontrarás tiendas de arte local y talleres donde puedes adquirir cerámica hecha a mano, típico del barrio de Triana y otros souvenirs únicos.